La casa grande
"Como Sherezade salvó la vida contando historias, Así salvo yo la mía o la mantengo a fuerza de escribir."
Kierkegaard
Tres cosas importantes
También tienen emociones
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Tuve en un día tres cosas que Inevitablemente
podría dejar de hacer.
Cuando apenas amanece,
mi corazón aún dormitante con gratitud se inclina
porque especial compañía me has podido brindar,
y explorar el conocimiento que apenas de bordes
he alcanzado a mirar;
esta es la primera de las razones
por la que debo despertar.
Si en segunda razón, que se divide en dos,
Es enviar por el sifón el sueño y la pereza
Los cuales se alejan con agua y jabón;
Si no es la otra parte,
es la mitad y dos cuartos de la tercera razón,
pues que exquisito saborear el desayuno con mi mamá,
y aunque se enoje por no comerlo todo,
su enojo es parte de la compañía;
los dos cuartos restantes de la tercera razón,
es que no podría salir de casa
sin mis veintiocho dientecillos lavar,
y sentir lo agradable que es estar limpio
y obsequiar a quien me encuentre en este día, una sonrisa,
como resultado de lo que mi padre me da
en la primera razón al despertar.
Ayer ví un niño que observaba detrás de una vitrina su patriótico partido de la Selección Colombia contra una selección extranjera; las terminaciones de sus dedos dejaban ver la ansiedad con la que ha buscado algo de valor para sí, dentro de los botes de basura de la ciudad.
lava tus manos antes y después de comer, no te lleves las manos sucias a la boca y cuántas frases más, que posiblemente aquel muchacho desconocía y que quizás no ha tenido a nadie, quien ni siquiera le prohiba lo que a nosotros nos molesta, pero eso no importa, es un niño de la calle y a quién le interesa si le dará alguna infección o si es inmune a ella.
Con todo y eso se comía las uñas porque al equipo de la Selección Colombiana le estaban ganando la entrada a los Olímpicos.