
Arte terapia
Inclusión Escolar
Situaciones de Discapacidad
Características de las personas que presentan trastorno del espectro autista en el contexto educativo
El término Trastorno del Espectro autista (TEA), surgió en los años 90, a partir de las investigaciones en Inglaterra de Lorna Wing[1] donde concluía que todas las personas con autismo o TGD presentan alteraciones en la denominada «tríada de Wing», es decir, déficits en la interacción social, la comunicación verbal y no verbal, y un patrón restringido de intereses o comportamientos. Aunque, un considerable número de personas tienen también, dificultades en diverso grado en estas dimensiones pese a no cumplir los requisitos de diagnóstico de los TGD.
Este diagnóstico es realizado por lo general, en los primeros años de vida por presentar una serie de características en su conducta que los diferencian de otros niños y niñas en lo esperado para su edad. Estas alteraciones pueden oscilar desde la conducta solitaria e indiferente, hasta una aceptación pasiva de los demás, aunque con importantes dificultades para iniciar y mantener las relaciones, compartir intereses y desarrollar interacciones recíprocas.
Síndrome del Espectro Autista

¿Cómo es un estudiante que presenta autismo?
“…El autismo es un trastorno que varía de una persona a otra, aunque hay rasgos en común (…) como la manera de aprender y cómo aprender mejor.” Lo mejor, el aprendizaje visual, la “inconformidad” en el sentido que no se queda conforme con resultados mediocres y la sinceridad (aunque igual mienten). “Las dificultades, casi todas son sociales (aislamiento, frialdad… con pares). Mateo, 14 años.
El autismo es, entonces, un trastorno presente desde el nacimiento o los primeros años del desarrollo de una persona que afecta su interacción social, su capacidad de comunicar ideas y sentimientos, la imaginación y la capacidad de relacionarse con otras personas. Es decir, en la forma en que los niños y las niñas aprenden a ser seres sociales, a cuidar de sí mismos y a participar en la comunidad.
Según la guía para la atención de las de las personas con trastorno del espectro autista de la Fundación Autismo sur de Málaga (2004), básicamente, estas alteraciones consisten en dificultades a nivel de:
La socialización
Dificultades para entender el mundo de los pensamientos, las emociones, creencias, deseos, ... ajenos y propios. Esto implica dificultad para la interacción social; para autorregularse emocionalmente; incomprensión de las emociones ajenas; ausencia de interés por compartir;...
La comunicación
Incapacidad para comprender el propio concepto concepto de comunicación y su aplicación tanto a la interacción como a la regulación del propio pensamiento. Emplean la comunicación fundamentalmente para pedir o rechazar, no para compartir. Muchos no tienen lenguaje oral. Los que lo tienen, hacen un uso repetitivo y estereotipado del lenguaje o de los temas que les
interesan.
La comprensión
Dificultad para entender y dar sentido a la propiedad, abstraer, representar y organizar su pensamiento y conducta y entender la de los demás.
La imaginación
Importantes dificultades para utilizar juguetes apropiadamente, especialmente los simbólicos, realizar juegos de representación de roles o imaginativos.
A nivel cognitivo, una persona con trastorno del espectro autista presenta un importante deterioro en la capacidad que debería servirles para desenvolverse en el mundo social o mundo mental, llamada también cognición social. Esto es, dificultades para comunicarse y entender la forma en que se establecen las relaciones interpersonales.
Muchas personas con autismo carecen de lenguaje y presentan problemas de comprensión. Incluso aquellos que disponen de capacidades verbales adecuadas no pueden seguir correctamente una conversación. A las personas con autismo les resulta especialmente complicado entender las normas sociales que para el resto de las personas son habituales (cómo comportarse, saludar, o hacer preguntas, esperar turnos...). Tampoco entienden las frases con doble sentido, bromas, lenguaje metafórico o muchas de las expresiones emocionales (tristeza, odio, alegría, enfado...) y presentan dificultades para establecer relaciones de amistad o amor.
Su pensamiento simbólico es muy limitado, lo que supone grandes dificultades para imaginar y elaborar fantasías, organizar el tiempo o desarrollar actividades de manera espontánea. Por ello, pueden aparecer ciertos comportamientos obsesivos y rígidos (un afán exagerado por el orden de los objetos, movimientos estereotipados, rutinas...). Presentan generalmente unas buenas capacidades en las áreas viso espaciales (pensamiento visual, habilidad para el dibujo), de memoria mecánica y de motricidad.
[1] Tomado de: Manual De Atención Al Alumnado Con Necesidades Específicas De Apoyo Educativo Derivadas De Trastornos generalizados del desarrollo. Consejería de educación. Junta de Andalucía, 2010. Pág. 6.
Para profundizar....
